jueves, 24 de noviembre de 2016

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Todos somos muy “nuestros” a la hora de viajar. Cada uno tiene sus manías o sus rutinas a la hora de diseñar un largo trayecto. Son pequeños actos que nos gusta realizar inconscientemente, y que si no los realizaremos no nos sentiríamos del todo bien.

Hay gente que planifica listas de todo lo que va a meter en su maleta y a medida que va organizando la maleta, va tachando de la lista. Otros suelen colocar estratégicamente sus enseres dentro de la maleta. También tenemos a los que marcan de alguna manera original la maleta de viaje para ser identificada con facilidad a la hora de recoger el equipaje. Yo no me puedo considerar un maniático a la hora de hacer maletas. Soy bastante cahotico a la hora de hacer maletas. Creo que puedo tardar 5 minutos en hacerla. Y curiosamente nunca he echado en falta nada en ningún viaje. Lo primordial para mi son tres cosas: cámara de fotos, pasaporte y VISA.

También tenemos rutinas un poco variopintas como puede ser la mía. 
Siempre que puedo elegir la ciudad desde la que empezar elijo Madrid. Es una manía que tengo debido a que allí viví un largo periodo de tiempo y en la que guardo muy buenos recuerdos. Esos recuerdos vuelven a mi desde que piso la capital.
Por decirlo de algún modo es la el punto donde uno el pasado, presente y futuro de todo lo que me acontece. 

Esta vez no va a ser menos. Madrid me espera y en concreto el barrio de Malasaña. Es aquí donde empiezan mis grandes aventuras. Desde mi “punto cero” personal.
Por concretar os diré que una Fanta de Naranja siempre cae o se intenta si el horario lo permite, en el mismo sitio. En un bar mítico de la movida madrileña, “El Penta”. 

Esta vez tengo la suerte de poder encontrarme para la tradicional foto con mi “brother” Alex. Pocas son las veces que nos vemos, pero esta vez hemos coincidido en la capital. Qué mejor comienzo que empezar esta aventura que tomando algo en El Penta con mi “Bro” !!!!!




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