jueves, 2 de octubre de 2014

Escribiendo desde el avión 01/10

Desde el mas azul de los cielos escribo este post. Ya todo está en marcha. No hay vuelta atrás. Un viaje. Un destino. Un infinito país para descubrir en poco tiempo.
No hay prisa, prisa mata. Solo doce días para estar conmigo en un sitio desconocido.

No todo ha sido tan bonito esta mañana. Al llegar al aeropuerto ya he tenido mi primer susto. Tras esperar una cola de casi media hora para hacer el “check in”, la amable azafata del mostrador me dice que me falta por pagar una tasa para entrar en EE.UU.
Cómoooooooooor!!!!!!? Una tasa??? Y eso ande leches lo dicen!!? Yo cuando compré los billetes nadie me lo comento. Ninguna página web me lo confirmó. Y según me comenta la amable chica o pago ese impuesto o no embarco más que en el ALSA destino Pamplona…
Total que me he tenido que buscar una agencia de viajes que hay en el aeropuerto. Corriendo con la maleta de tonelada y media por el aeropuerto hasta encontrarla… Aquí ya empezaba a entrar en modo tensión…

En la agencia me lo han hecho en el momento. Pero los getas de ellos me han cobrado 20 euros por tramitármelo!!! Cuando el puñetero impuesto son solo 12 euros!! Ya hemos empezado a sacar humo de las orejas….

Con todo en regla vuelvo a la cola de media hora que he tenido que volver a hacer y esperar mientras me entraban las prisas. Porque había acudido al aeropuerto con suficiente tiempo para desayunar algo y por si había algún percance. Total que no he podido desayunar. Ya estaba en modo “paque-cojones-memeto-enestembolao”

Ahora venía el control. Buuuuuf me han hecho vaciar la mochila, sacar todos los cables, zapatillas, las cámaras, cinturón…. Un poco mas y les tengo q sacar hasta los empastes!! En fin que otra perdida de tiempo.

Asi que tras pasar otros dos controles y montarme en un metro que me llevaba a la terminal satélite desde donde salíamos, ya nos estaban llamando para embarcar…. Y yo con más hambre que Carpanta. Por lo menos he podido atracar una maquina y comprarme un zumo y unos “emanems”.

Ahora ya estoy sentado. En mi salida de emergencia. Estirando los pies.












El momento del despegue ha sido un poco triste para mi. Demasiadas emociones a flor de piel. Pero en esta vida a veces hay casualidades que nunca dejarán de sorprenderte.
Cuando empezábamos a movernos en busca de la pista de despegue, ha empezado ha sonar una canción en el hilo musical que ha terminado cuando ya estábamos en el aire. En ese momento me sentía alicaído. Pero al sonar esa “casualidad” he visto claro que este viaje saldrá bien.
La canción que han puesto por el hilo musical y que me ha hecho emocionarme y confiar ha sido Lucha de gigantes de Antonio Vega.

Casualidad? No lo se. Pero me ha hecho sonreír por primera vez desde que pienso en este viaje.

EL próximo post desde América.

Un saludo.

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